Un joven de 17 años se viste igual, escucha lo mismo y vé lo mismo en cualquier parte del mundo. Casi que por obligación precisa similares necesidades para desarrollarse: un computador, un iPod, un Mp3 y cremas para la cara (básicas en la era metrosexual) y todo esto gracias a la globalización. Dicen comenzó desde que el hombre se tuvo en pie y empezó a caminar; siglos de batallas por imponer religiones, idiomas,costumbres y formas de vida culminan con esta mezcolanza que pregona una verdad a medias:LA IGUALDAD
En los ochenta, paralelo a la música de Michael Jackson, el presidente Reagan y la Sra. Thatcher dieron los primeros pasos del "new international order", que sustituye el panorama económico y político global debido a la finalización de la guerra fría, la caída del muro del Berlín y el triunfo del sistema capitalista, por ausencia del
contendor comunista derrotado en sus propios errores estructurales. Eran épocas de esperanzas por la prosperidad y la paz global, "We are the world" cantábamos al unísono.
La concepción ochentera, que tuvo su desenvolvimiento en latinoamérica en los años noventa - todo nos llega tarde - habla de la necesidad de deshacerse del incómodo estado, con sus trabas, sus políticas y sus políticos interviniendo en todo, y centra el eje en la regulación propia de la economía, en la cual (como en la selva) sólo sobrevive el mas fuerte. Así pues, en la selección natural el que cultiva plátano deberá concentrarse en hacerlo bien, para que el desarrollo y la riqueza pasen de mano en mano por "efecto cascada", primero a los que invierten, luego a los que ponen su trabajo e intelecto y finalmente a los dueños de la materia prima.
Más de una década después, nos avergonzamos de las fotos con copete de Alf, y también de ese "nuevo orden" proclamado así por Bush padre, que en vez de paz ha traído mas guerras (Guerra del Golfo 1 y 2, Balcanes, Chechenia, Afganistan, etc) y en vez de "ríos de leche y miel" su resultado es 2.800 de 6.400 millones de habitantes que sobreviven con menos de dos dólares al día, según el informe Estado de la Población Mundial 2004 del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). Esto es, ni más ni menos, que casi el 44 % de los habitantes de planeta y el 62% de los colombianos son pobres.
Un café en McDonalds es el mismo en Nueva York, Bogotá, Mumbai o Paris no porque hay que satisfacer a la gente que desea una rica y humeante taza a toda hora, sino porque se debe producir masivamente para obtener mayor riqueza para los de arriba de la cascada, hay que estandarizar procesos al menor costo posible a costa de salarios de los de la mitad y lograr mayores consumidores a costa de todos. Más que igualdad lo que tenemos es uniformidad de consumo al servicio del mercado y no del individuo. Por otro lado, la globalización sustituye exitosamente la cohesión social por la lógica de mercado y adopta al modelo neoliberal para frenar el estado democrático que regula la muy humana ambición por acaparar más, más y más.
Cifras que revelan realidades locales que estallan en nuestra frente y protestas en todo el orbe nos dicen que el reto de la democracia, con sus políticas y políticos es lograr superar el hambre, la pobreza, la desigualdad, el analfabetismo, y las reducidas espectativas de vida ... la pregunta que sigue es cómo?
RICARDO MONTENEGRO-VASQUEZ
presidente@circulocaribe.com
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