8/15/2008

Rindiendo homenaje a un "subvertor" Caribe: ORLANDO FALS BORDA (q.e.p.d)

Para rendir un homenaje al MAESTRO ORLANDO FALS BORDA, fallecido el pasado 12 de agosto, presento mi visión sobre 4ta edición actualizada de su libro LA "SUBVERSION EN COLOMBIA – El cambio social en la historia".


Llega en buen momento esta reedición actualizada del libro del sociólogo barranquillero de orígenes momposinos Orlando Fals Borda, que ha tenido como motivo de vida el estudio de la vida nacional desde los aspectos valorativos, normativos, institucionales y técnicos de nuestra sociedad. Para aproximarse a la obra analizada, es necesario conocer que su referente ha sido el enfoque Investigación Acción Participativa (IAC); sus tesis por tanto implican recolección de datos y análisis desde la vívida realidad y no desde la inacción academicista.


Con una prosa que invita al lector a adentrarse más y más en las etapas de conformación de la nación “La Subversion En Colombia: El Cambio Social En La Historia”, es un libro que explora las motivaciones de quienes desde la rebeldía han impulsado evoluciones. Entiende textualmente la subversión “como aquella condición que refleja las incongruencias internas de un orden social descubiertas por miembros de este, en un período histórico determinado, a la luz de nuevas metas valoradas que una sociedad quiera alcanzar”. Es pues, un texto que explora desde lo profundo de la nacionalidad los disensos que han dado origen a las transformaciones venidas y por venir.

Su autor arranca éste relato con cuidadosa enunciación de las razones históricas de las distintas “subversiones” en Colombia que no es entendida como lo dijimos desde la óptica antiterrorista o guerrerista impuesta en el presente tiempo. Es por ello, que desde su primera edición este texto ha sido y será hacia el futuro, un referente necesario para aquellos que quieran conocer de donde venimos? y hacia donde vamos? El autor aborda de manera descriptiva y crítica la situación colombiana, reconociéndose que siguen intactas las graves “grietas estructurales”, frustraciones y las responsabilidades que - por acción u omisión – tiene la dirigencia social y política del país en el destino de un pueblo desangrando por años; lo advirtió desde el escrito publicado a finales de los sesentas y lo ratifica en su epílogo de la primera década del siglo veintiuno.

Cómo no se trata sólo diagnosticar Fals Borda en esta actualización se aventura a presentar desde la sociología ¿qué hacer? teniendo en cuenta el actual frenesí de “seguridad democrática” en el que estamos imbuidos desde el advenimiento del gobierno de Álvaro Uribe. En una conclusión optimista sus tesis avizoran una solución desde el fortalecimiento de las organizaciones sociales unidas en torno a lo que el llama el “socialismo raizal” al que llegamos por la fatiga y desaliento producida por años y años de guerra, así como por los vientos que trae al continente el “socialismo del Siglo XXI” y los cambios incluso en sociedades conservadoras como la norteamericana en donde un personaje de la talla y procedencia de Barack Obama le llega a la posibilidad de una aspiración presidencial.

Adentrándonos en la obra, comentamos que en sus primeros capítulos el autor aborda todos y cada uno de los denominados “órdenes” que son atacados por causas “subversivas” y que han dado paso a nuestra evolución, estos son:

Un PRIMER ORDEN, el AYLLICO que deriva de las formas provenientes desde los pueblos originarios y que subyacen al interior de la construcción nacional. Aquí el vínculo fundamental es con lo telúrico y con lo ambiental. No determina mayores “subversiones” hasta la llegada a la América aborigen de los conquistadores. Un SEGUNDO ORDEN, el SEÑORIAL impuesto por el invasor europeo, caracterizado por las “subversiones” que generó la imposición de nuevas formas y usos por medio de la Cruz y la espada. Lo considera de gran estabilidad en la colonia e inicios de la república.

El TERCER ORDEN que identifica es el BURGUES CONSERVADOR que lo ubica históricamente desde el final del siglo XIX y las primeras décadas del XX, su “subversión” tiene que ver con la influencia que en ciertas capas tuvo la ilustración y la democracia liberal, los Radicales y las Sociedades Democráticas de la novel clase media fueron protagonistas de primera línea. Un CUARTO ORDEN el SOCIAL BURGUES que encontramos y vivimos desde el pasado Siglo XX y que tiene su “subversión” en el socialismo. Desde su enfoque un QUINTO ORDEN esta en formación en este Siglo XXI, y que tiene en el neo socialismo la actual de sus “subversiones”.

Los varios capítulos que tratan épocas históricas tienen en el cambio, el desarrollo y la revolución sus características principales y condicionantes. El cambio - considera el autor – sólo se torna “subversivo” en la medida que es promovido por los grupos comprometidos con “la transición entre órdenes sociales”. De la mano con lo anterior, ninguna “subversión” tiene sentido si no busca profundas transformaciones de carácter e impacto en el desarrollo socioeconómico. En nuestro país ha habido grupos que han buscado desde el orden social y político transformaciones consideradas “subversivas” en su momento, sus inspiraciones giran en torno a la dignidad del ser y han sido finalmente asumidas tanto, que se convirtieron en parte del “stao quo”.

En ese sentido recorriendo los capítulos encuentra uno ejemplos como la Revolución Comunera que no podría considerarse realmente “subversiva” porque no tenía el arraigo popular que la historia les endilga, y que termina al haber sido sofocada por la visión colonial, pero sus reivindicaciones fueron más adelante adaptadas desde el mismo orden que se acepta autoreformar mediante unas pocas distintas condiciones. Eso mismo sucedió con el “grito de independencia” y varias revueltas más hasta el presente.

Relata que Bolívar y muchos de los grandes próceres de la América murieron intranquilos y deteriorados moralmente porque muchas de las “subversiones” que lideraron quedaron asimiladas dentro de los mismos condicionantes coloniales de “señorío feudal” en que estaban inmersos los usos y formas de la época, de allí que sólo hasta la conformación definitiva de las diferentes repúblicas y hasta el advenimiento de nuevas condiciones y tiempos es que las “subversiones” que encabezaron se consolidarían y reconocerían por las generaciones venideras.

Comenta el autor que entre los siglos XVIII y XIX se presentaron varios desafíos a la estructura predominante, hasta esa etapa de la historia, Colombia vivió dentro de unas distribuciones sociales y políticas más o menos homogéneas, pero la ebullición de las ideas en Europa y el abuso del poder influenciaron para que se consolidara una etapa demoliberal de cambios asumidos desde la élite y combatidos por una antiélite (no autentica) que tiene también su posterior frustración en la imposición por la cooptación o la violencia de un orden social burgués prevaleciente hasta hace muy poco.

Generación tras generación los impulsos “revolucionarios” o “subversivos” son sofocados desde la atracción con prebendas, el miedo a la pérdida de privilegios, o por la violencia física. Discursos e ideales desoídos por las masas que siguieron a Rafael Uribe Uribe en 1904 luego de su posterior asesinato en 1914 en las escalinatas del Congreso; el asesinato de Gaitán en 1948, seguido de la imposición del Frente Nacional ilustran muy bien de lo que hablamos. Textualmente etapa tras etapa por miedo o comodidad se “prostituyen” los ideales de la aplazada transformación necesaria y sólo pequeños cambios aparecen para satisfacer a medias las reales necesidades de la nación.

Las incongruencias del orden vigente en las últimas décadas, provocaron de Fals Borda la reflexión visionaria del surgimiento de una ruptura neo socialista. En su edición de 1967 comenta ampliamente de las bases de la misma materializado en la ideas de un “Frente Unido” aparato político iconoclasta de carácter pluralista que tiene en el humanismo contemporáneo, la dignidad y en la contraviolencia sus motivos y forma de lucha, impulsado por el Sacerdote católico Camilo Torres un colectivo pregonaría el nacionalismo moderado anti-intervencionista y anti - imperialista. Alcanzar a una sociedad abierta respetuosa de las divergencias de opinión, creencias o actitudes para llegar el progreso, dicen los pensadores de esa época admite el uso de la fuerza sólo como razón última y es esta la que impulsa al Padre Torres a irse a las montañas a combatir por sus ideas con la consecuencia casi inmediata de su muerte, no dando así terminación a la utopía pluralista que a pesar de todo reconoce el autor subyace en el alma de amplias capas de la población colombiana.

Hoy, luego de la llegada del clímax de una violencia acumulada multiforme que ha afectado por igual a todos los departamentos del país e incluso ha traspasado las fronteras y ante la frustración del orden social burgués que dice el autor “incumplió su promesa pacificadora” del frente nacional se advierte optimista una nueva sociedad desde el neo socialismo. Como cada “subversión” implica cuestionamientos que pueden y deben transformar el curso de la nación, el neo socialismo se enfrenta al orden imperante generando macartizaciones y procesos de ajuste para lograr - como en el pasado - introducir reformas que permitan al “sistema” aceptar ciertas de sus demandas. Es por ello, que se advierte el peligro de que las tensiones ahora acentuadas por la “socialización del guerrerismo” y la deslegitimación institucional impidan la llegada de esta renovación de la sociedad colombiana.

Este orden nuevamente post- subversivo con raíces pluralistas puede identificarse con los vientos progresistas que soplan de arriba abajo en el continente americano. Dentro de las virtudes de este momento, Fals Borda destaca que éste tiende a ser autóctono y crítico frente a la violencia provenga de donde provenga. Es un anticlímax de las prácticas violentas expresado en propuestas ciudadanas como las marchas contra guerrillas y paramilitares, los conciertos por la paz, el impulso a soluciones como el acuerdo humanitario y propuestas como una asamblea nacional constituyente que incluya a todos los componentes de la sociedad nacional. Para la llegada de este quinto orden, el sociólogo remata admirablemente su libro diciendo que es relevante aprender de experiencias de países vecinos, generar comisiones de la verdad que verifiquen castigos a quienes cometieron crímenes de lesa humanidad y generaron abusos de autoridad, que relegitimemos las instituciones y avancemos con desprendimiento hacia espacios incluyentes desde todos los inconformes que confiamos y aspiramos a una nueva y mejor sociedad.

Ricardo Montenegro-Vásquez
Abogado, Director Ejecutivo Poder Ciudadano

1 comments:

Con gran consternación, registramos la infausta noticia del deceso del Maestro Orlando Fals Borda, un intelectual comprometido, de tiempo completo, irreductible, coherente y consecuente. Esta es una pérdida irreparable para las letras colombianas. El Caribe ha perdido uno de sus valores más esclarecidos, de mayor connotación y proyección. De él podrá decirse lo que exclamó el historiador y predicador británico Thomas Fuller: la muerte más indeseable es la que nos sorprende en medio de nuestras mejores esperanzas! Paz en su tumba, ya que él no la pudo ver en vida, en este país que nos duele a todos!

Amylkar D. Acosta M

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