
(Por ahora)
Por Ricardo Montenegro-Vásquez*
Una llamada con una voz afanada, casi angustiosa, me interrumpió la mañana el pasado 17 de mayo:
interlocutor: ALÓ, aló…
Yo: Si Aló, buenos días
interlocutor: Mi Doctor Ricarrrrdito cómo me le va? que hay de vida
- Era la voz de un "líder" del eje cafetero que hace años no escuchaba)
Yo: bien, gracias... ahí por las buenas trabajando
interlocutor: Mi Doctor lo llamo a felicitar, por la buena noticia de la Embajada
Yo: Gracias, pero...pero...
- El sujeto en cuestión me interrumpe y no me deja terminar
interlocutor: Que buena vaina carajo, lo felicito y se lo merece!...