Para quienes desde los pupitres universitarios, el activismo social y político desde el liberalismo impulsamos la aprobación en el decenio pasado de la Ley de la Juventud y después mediante la articulación del sector en Planeta Paz, así como en otros espacios, resulta reconfortante la continuacíón de estos esfuerzos en cabeza de las nuevas generaciones. Por ello, felicito la realización del VI Congreso de la Juventud, celebrado en Barranquilla en días pasados.
En su momento logramos mucho en el Atlántico, mi reconocimiento y agradecimiento a quienes nos apoyaron; empero después, perdimos terreno en entendibles circunstancias de apretón fiscal y falta de voluntad politica de las administraciones de turno. Aspiro que la reciente lucha tenga resultados prontos con la aprobación de estímulos y políticas que permitan a tan importante sector poblacional tener acceso a una serie de servicios desde el estado local y departamental en áreas de atención, promoción y prevención.
Estoy convencido que el Gobernador Eduardo Verano y los diputados no desoirán los llamados que desde la organización juvenil se hacen de manera articulada y sesuda.
En cuanto a la recomposición nacional de la política de juventud no soy tan optimista. Estamos inmersos en un modelo que excluye y al que le resulta difícil aceptar la diferencia, el cuestionamiento y la irreverencia características de la juventud. Por eso muchos líderes juveniles son aislados, estigmatizados, amenazados y desplazados en el mejor de los casos, cuando no "eliminados" por ser "peligrosos" para el régimen.
La ley 375 que en su momento pudo ser mejor y que requiere urgentemente ser modificada no tiene movimiento social porque el mismo esta acosado en espacios como el universitario, en cual exigir calidad es sinónimo de terrorismo; tampoco tiene dolientes dentro del gobierno nacional que ejecuta programas desde la cuestionada dependencia "Colombia Joven", y mucho menos eco en la opinión nacional ocupada en temas de aparente mayor embergadura, como la re-reelección de Nuestro Señor Uribe y el cambio del escudo nacional... que verguenza!
Por eso sus esfuerzos son aún más apreciables. Apuntar a la construcción de ciudadanía y civilidad en ejercicios académicos como el que hizo el Profesor Mockus en Barranquilla son necesarios, así como dignos de elogio.
Abogado
1 comments:
hola ricardo montenegro. tu eres actor?
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