Por RICARDO MONTENEGRO-VASQUEZ*
Un país que va de la euforia a la depresión, de la tristeza a la alegría , del escepticismo a la esperanza inicia con optimismo el arribo al Palacio de Nariño de Juan Manuel Santos. Y mientras nos llega la nueva angustia, se nos habla de unidad nacional en torno a las expectativas de prosperidad económica por las que votaron muchos y frente a las que nos abstuvimos otros tantos millones.
Ante la oscilación prefiero estar en el justo medio y esperar ser sorprendido por el cumplimiento de las promesas de buen gobierno que nos hace el nuevo Presidente rodeado de un gabinete de lujo con formas y maneras distintas al del ex Presidente Uribe Vélez, que despedimos con la tristeza de saber de sus propias palabras que hubo "errores cometidos".
Nuestro tejido social esta resquebrajado, la unidad nacional que plantea Santos llega hasta ahora al país político siempre hambriento de oportunidades burocráticas. No obstante, a los estigmatizados opositores, se nos ha ofrecido el fin de los señalamientos y persecusión, que tuvieron en el escándalo de las ilegales escuchas del DAS la punta del iceberg de una política de Estado, en un gobierno que no ahorró epítetos contra los que no estuvimos de acuerdo con lo que en la Casa de Nariño se hacía y ordenaba. Insultos, que trascendieron con hechos y palabras las fronteras ocasionando la ruptura de relaciones con un país hermano como lo es la República Bolivariana de Venezuela, de la cual derivaba comercialmente el sustento de muchos obreros y de miles de familias de pequeños y medianos empresarios colombianos.
Por lo anterior, el país nacional, el conformado por ciudadanos y ciudadanas de "a pie" aguarda que asuntos como la salud, la educación, las pensiones, la vivienda y el trabajo lleguen para poder recobrarse del rezago económico de varias décadas. En las periféricas costas, llanos, selvas y montañas de Colombia hay aún hombres y mujeres que experimentan el centralismo y las desgracias de una guerra que necesitamos detener si queremos ser una sociedad viable y moderna. A pesar del olvido ante los triunfalismos de las operaciones Jaque, Fénix y Camaleón, siguen ilegalmente e injustamente privados de la libertad otros tantos seres de humanos de los cuales muy pocos nos acordamos. Al puñado de compatriotas que han abrazado por cualquier razón la opción armada hay que insistirles en la necesidad de iniciar un proceso dialogado de Paz.
Este cuatrenio con moderada ilusión aspiro que en Colombia se mejoren las cosas. Que podamos detener la violencia y "matazón" que nos entristece y averguenza ante la faz de la tierra, que logremos sentarnos civilizadamente a construir el futuro que nos merecemos y se merecen los que vengan, que adecuemos la infraestructura que nos permita aprovechar sensatamente nuestros recursos, que podamos avanzar hacia una democracia plena respetando las opiniones ajenas, la autodeterminación de los pueblos, la independencia de las instituciones y de las Cortes, así como la autonomía de las regiones.Y que, finalmente, podamos transitar decididamente a un gobierno sin sombra de duda, verdaderamente democrático, incluyente y 100% diferente.
Bogotá DC, 7 de agosto de 2010
RICARDO MONTENEGRO-VASQUEZ
Abogado, Director Ejecutivo Poder Ciudadano, poder del pueblo
AUDIO
Cual es el futuro del Partido Liberal frente al próximo mandatario Juan Manuel Santos
Jueves 01 de Julio de 2010 18:26
A propósito de la reciente carta enviada por la Senadora Piedad Córdoba al director del Partido Liberal, Rafael Pardo donde le manifestaba la negativa ante la unión de ese partido a la iniciativa del presidente electo Juan Manuel Santos, de Unidad Nacional en los micrófonos de Contagio Radio, Ricardo Montenegro realizó un análisis y una lectura de lo que le avecina al partido Liberal.
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