Prensa de Estados Unidos se ocupa del caso Chapman

EL HERALDO
La prensa de Estados Unidos se encargó ayer del tema de Enrique Chapman, quien lleva un proceso para tratar de demostrarle al Consejo Nacional Electoral que no se encuentra inhabilitado para ocupar la curul que ganó a nombre del Partido Liberal el pasado 14 de marzo.

Un artículo del Miami Herald señala que, en efecto, Chapman sí fue condenado, pero que al poco tiempo el mismo el mismo fiscal pidió que se le levantara la sanción. Sin embargo en los registros judiciales de Estados Unidos aparece como prófugo.

El abogado de Chapman, Nestor Guillermo Franco admitió que la situación se encuentra de esa manera, de acuerdo con los documentos apostillados que ya recibió de las autoridades norteamericanas.

Indicó, sin embargo, que no se explica por qué razón alguien que ha sido exonerado de un delito puede ser clasificado como prófugo de la justicia.

Señaló Franco que los documentos que recibió ya fueron entregados como prueba del representante electo de que no estaba inhabilitado para posesionarse el próximo 20 de julio.

Al parecer, y según el mismo profesional del derecho, la ex candidata Victoria Vargas también habría presentado la misma documentación, pero en esta ocasión para reclamar que el escaño alcanzado por el partido Liberal le sea entregado a ella, que obtuvo la segunda votación en los comicios parlamentarios. Ella considera que Chapman sí está inhabilitado.
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Congresista colombiano es buscado por la justicia de EEUU

POR GERARDO REYES

GREYES@ELNUEVOHERALD.COM

El recién elegido congresista colombiano y empresario de espectáculos de Barranquilla, Enrique Chapman, afronta en Estados Unidos una orden de captura por escapar de una cárcel de Minnesota a mediados de los años ochenta cuando cumplía una condena por narcotráfico, según documentos oficiales e información suministrada por la oficina del Servicio de Alguaciles de Estados Unidos (USMS por sus siglas en inglés).
Thomas A. Volk, subdirector de USMS del distrito de Minnesota, afirmó por escrito a El Nuevo Herald que existe una orden de captura vigente contra Chapman desde el 12 de marzo de 1986 por el delito de fuga dos años antes.
Las autoridades electorales en Colombia investigan los problemas judiciales de Chapman en Estados Unidos a raíz de una publicación de la revista Semana, que informó sobre una acusación en la corte federal del distrito sur de Nueva York.
Chapman, quien el pasado 14 de marzo obtuvo la única curul por el Partido Liberal en el Atlántico, ha dicho a los medios colombianos que no estaba inhabilitado para aspirar a la Cámara de Representantes por cuanto fue condenado en primer instancia, pero absuelto en segunda en los tribunales de Estados Unidos.
Sin embargo el problema de Chapman parece ser más serio. El empresario de 60 años tiene pendiente una orden de arresto por su fuga el 17 de noviembre de 1984 del Federal Prision Camp, un centro de reclusión de mínima seguridad en Duluth, Minnesota, explicó Volk.
La base de datos de la Oficina Federal de Prisiones de Estados Unidos también registra a Chapman como "escapado''.
Chapman no respondió llamadas que hizo El Nuevo Herald a su teléfono celular. Su abogado en Colombia, Néstor Guillermo Franco, explicó El Nuevo Herald que desconocía la ocurrencia de la fuga, pero que ese hecho no afectaría el trámite de la credencial de congresista de su cliente por cuanto se requiere la apertura de un caso por fuga de preso y la respectiva condena.
En cuanto al impedimento moral que representa el hecho de ser un congresista fugitivo, Franco explicó que Chapman "tendrá que diluscidarlo''.
El Partido Liberal ha pedido que no se expida la credencial de representante a la Cámara a Chapman hasta tanto no haya claridad sobre su situación en Estados Unidos.
La acusación contra Chapman se remonta a 1983, cuando un gran jurado de Nueva York lo acusó de conspirar para distribuir cocaína junto con Alfredo Renginfo y Manuel Ocoro Escobar. La fiscalía le retiró uno de dos cargos y días después radicó una ampliación de denuncia en la que se mantuvo el cargo de tentativa de distribución.
Los hechos, que ocurrieron en junio de ese año, fueron controvertidos en juicio por el abogado de Chapman en Nueva York, Irwin Anolik, quien puso en duda la credibilidad del testimonio del agente encubierto en el que se basó la acusación.
Anolik consideró "muy extraño'' que el agente, sin conocer a su cliente, se hubiera acercado a él para pedirle droga, y Chapman hubiese respondido, "sin titubear, ‘ah claro, no hay problema' ''.
En la audiencia de fijación de sentencia, Anolik alegó que Chapman nunca estuvo en posesión de la droga ni se produjo un envío de la misma y pidió al juez que considerara que un supuesto narcotraficante no lleva una vida modesta como la de su cliente que residía en Nueva York en un apartamento de una habitación por el que pagaba $280 mensuales.
Para respaldar su buena conducta, Chapman aportó al expediente una constancia del entonces vicecónsul de Estados Unidos en Barranquilla, Clyde I. Howard, en la que el funcionario afirmó que la embajada "siempre ha visto que el señor Chapman es responsable y consciente de sus negocios y ha sido mi invitado en varias ocasiones a eventos culturales y sociales''.
Al momento de su intevención en la audiencia de sentencia, Chapman le pidió al intérprete que lo asistía en la audiencia de sentencia: "Dígale al juez que yo he sido hallado culpable pero que, en mi corazón, yo sé que no lo soy y que me ayude. Eso es todo''.
El juez del caso, Charles P. Sifton, aceptó que los acusados podrían haber actuado sin entender la gravedad de las normas relacionadas con el tráfico de drogas en Estados Unidos.
Estas personas, aparte de las transacciones de las que se le acusa, "son muy respetables'', afirmó el juez.
"Este es uno de esos casos en los que tengo la impresión de que la situación en la que los acusados se vieron envueltos es en alto grado el producto de un incomprensión de la gravedad con la que este país trata los delitos relacionados con narcóticos'', afirmó Sifton.
Chapman fue condenado a cinco años de prisión en diciembre de 1983. Su abogado reconoció que no tiene en su poder el fallo de la apelación en el que supuestamente Chapman fue absuelto.

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