- En Sincelejo fueron en burro
Por Ricardo Montenegro - Vásquez*
Los políticos tradicionales son altamente aburridores y cansan cada cierto tiempo a la ciudadania con más de lo mismo: declaraciones vagas sobre temas de poco o ningún interés, anuncios de "investigaciones exhaustivas" y causas que arrancan con fuerza, pero se abandonan a su suerte. Vuelven las elecciones y con ellas candidatos a los que -como a los anillos olímpicos- vemos cada cuatro años. En un despliegue de originalidad han llegado a inscribirse en bicicleta, burro, bus y hasta montacargas(¿?), pero las propuestas han brillado por su ausencia.
Los políticos tradicionales son altamente aburridores y cansan cada cierto tiempo a la ciudadania con más de lo mismo: declaraciones vagas sobre temas de poco o ningún interés, anuncios de "investigaciones exhaustivas" y causas que arrancan con fuerza, pero se abandonan a su suerte. Vuelven las elecciones y con ellas candidatos a los que -como a los anillos olímpicos- vemos cada cuatro años. En un despliegue de originalidad han llegado a inscribirse en bicicleta, burro, bus y hasta montacargas(¿?), pero las propuestas han brillado por su ausencia.
Mucho espectáculo, pero poca idea. Gracias al "tutti frutti" politiquero de aspirantes apoyados simultáneamente por partidos disímiles entre sí, vemos a los futuros mandatarios desde ya incapacitados para comprometerse a fondo con acciones de gobierno, pero si con los intereses de sus financiadores y padrinos políticos, esto les obliga callar o caer en la respuesta del lugar común "atrapaincautos".
Por el pragmatismo cuando de dar o recibir apoyos se trata, no nos extraña la pobreza verbal de los candidatos de partidos uribistas. La U, cambio radical, convergencia ciudadana, Alas-equipo Colombia, etc. más que partidos políticos son colectivos con el fin de mantenerse a cualquier costo en el poder, con honrosas excepciones, su origen común es el viejo cacicazgo rojo-azul que tenía la burocracia y el clientelismo como únicos elementos aglutinadores. Aunque algunos de sus militantes no lo acepten, podríamos decir que la existencia de estos grupos esta determinada no por el respaldo a la seguridad democrática y demás intentos fallidos de Uribe, sino por la permanencia en los gobiernos nacional o local de los cuales succionan puestos y presupuestos.
Aspirando no desaparecer del escenario político el conservatismo, con más cálculo que ideología, se ha pegado a la línea de conducta uribista, puestos por votos parece ser su divisa. El Polo un poco más coherente ha decidido "jugar sus cartas" con protagonistas propios, sin embargo las diferencias internas son evidentes y su éxito será limitado, sobretodo porque sus actuales mandatarios locales han gobernado muy parecido a como lo harían los politiqueros que aspiraban reemplazar cuando fueron elegidos, poca creatividad y mucho individualismo es la característica predominante en el Polo.
El reverzazo del Partido Liberal es evidente, desde el arribo de César Gaviria a la Dirección Nacional la violación de las normas internas - aprobadas con amplio respaldo en 2000 - ha sido reiterada, perjudicando la necesaria actualización del partido, retrocediendo avances que estatutariamente alcanzaron sectores no parlamentarios y graduando de "caciques", a antiguos segundones de los barones electorales que reunieron la desverguenza suficiente para irse al uribismo. En la elección que se aproxima, Gaviria acumulará una tercera derrota porque no mantendrá las doce gobernaciones que actualmente tiene el partido, porque del mismo han renunciado más de mil dirigentes y porque a los auténticos liberales les ha tocado avalarse por otras colectividades, gracias al desplazamiento originado con la llegada de uribistas que no tienen la fuerza para hacerse elegir en sus partidos "de garaje".
La política es una actividad humana noble en sus propósitos, que tiene como motivo fundante la esperanza de un mundo mejor. De su dinámica hace parte la concertación de fuerzas en proyectos de beneficio común, por eso, la mentirosa fusión sólo para repartirse la torta burocrática, además de grosera, afrenta a la comunidad. Mientras no tengamos partidos coherentes, con decisiones serias e identificados por su ideología, seguiremos al vaivén eligiendo autoridades entre el exceptisismo de la creciente abstención y esquema macondiano de la papayera, el amiguismo, la imagen santurrona del afiche, los $50 mil pesos y la botella de ron. No saldremos adelante elevando a categoría de líderes a polítiqueros de profesión, sus esposas, amantes, inexpertos y en el peor de los casos a oportunistas disfrazados de antipolíticos.
Bienvenidos al pasado! un sistema antidemocrático, desgastado, lucrativo para unos pocos y representantivo de intereses diferentes a la sociedad, da continuidad a un país derechoso, cuasi monárquico y excluyente. Tenemos el compromiso de cambiar las anomalías del actual proceso electoral pero no podemos sólos...participar es la única opción, únase o renuncie a quejarse después.
*Abogado, Director Ejecutivo de Poder Ciudadano - PLC
Bienvenidos al pasado! un sistema antidemocrático, desgastado, lucrativo para unos pocos y representantivo de intereses diferentes a la sociedad, da continuidad a un país derechoso, cuasi monárquico y excluyente. Tenemos el compromiso de cambiar las anomalías del actual proceso electoral pero no podemos sólos...participar es la única opción, únase o renuncie a quejarse después.
*Abogado, Director Ejecutivo de Poder Ciudadano - PLC
Foto: Oswaldo Rocha / EL TIEMPO
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